El último número

Todos los caminos conducen a Roma y quizá terminen en Termini, esa estación que, ella sola, es todo un mundo y un destino, donde se enredan los pasos de todos los viajeros. Allí han confluido los versos ferroviarios de Fernando Díaz San Miguel y Óscar Esquivias y las fotos de Asís G. Ayerbe, todos en movimiento y a la vez quietos, en tránsito y expectantes.

Termini es una estación contradictoria, como la vida misma: puro orden y caos, punto de llegada y también de partida, una oportunidad de huida y una meta. Y allí, entre pitidos de trenes, avisos por megafonía, prisas, saludos y despedidas, canta un mirlo.