Con qué emoción alzamos los carretes revelados hacia la luz para, a través de esa ventanita que mira hacia el pasado, asomarnos a las imágenes que hemos tomado con la cámara. Y cómo se parece esto a leer haikus y descubrir unos paisajes íntimos y mínimos, descritos con las palabras más elocuentes. Es lo que hace Emilio Gavilanes, uno de los escritores que más admiramos, en la colección poética que hemos titulado «Revelación», porque en cada una de sus estrofas se produce una verdadera epifanía.
Y junto a Gavilanes, los haikus plásticos de Carmen Ballvé, Ana Himes, Diego Moñux, Óscar Esquivias y Asís G. Ayerbe, sacados de sus películas de 35 mm, testimonio de todo aquello que en algún momento tocó su sensibilidad y quisieron perpetuar, como si en cada tira de película también escribieran unos haikus plásticos.
